domingo, 19 de junio de 2016

Ong-Bak 2: La Leyenda del Rey Elefante (Ong-bak 2) (Tailandia, 2008)

Fuente del póster: Wikipedia
Es una pena que Tony Jaa encontrara tantos problemas a la hora de realizar una película de artes marciales que podría haber sido de las más épicas de la década pasada y que sin embargo se quedó a medio camino.

Constantes problemas financieros con la productora Sahamongkol Film hicieron que la película estuviera parada durante varios meses y que no pudiera ser terminada a tiempo, por lo que apareció en los cines incompleta pese a la ayuda del mentor de Tony Jaa, el recientemente desaparecido Panna Rittrikai, en la dirección.

Es por eso que una cinta pensada como una historia autoconclusiva finalmente fue dividida en dos, apareciendo primero esta segunda parte a todas luces inacabada y luego una desastrosa tercera entrega que debía haberse sintetizado en los 30 últimos minutos de ¨Ong-Bak 2¨ y nunca haber sido lanzada como otro título más de la saga.

Si hubieran conseguido llevar a cabo el proyecto tal y como Jaa tenía en mente, probablemente estaríamos hablando de un pequeño clásico moderno de las artes marciales, ya que ¨Ong-Bak 2¨ posee algunas de las escenas de lucha más espectaculares que se recuerdan.

Tony Jaa se encontraba en plena madurez física e interpretativa, ofreciéndonos su personaje más descarnado y salvaje con diferencia, a la vez que deleitándonos con unas coreografías absolutamente magistrales. Además, aparte de su habitual Muay Thai también se atreve con algo de Kung-Fu y luchas con katanas, que nos dan una muestra de su versatilidad. ¡Muy grande este tío!

La historia no me parece además ni mucho menos tan floja como se suele comentar. Tomando como débil telón de fondo algunos hechos de la historia antigua de Tailandia, se nos sirve un relato de venganza bien hilvanado y que al menos consigue mantener el interés casi en todo momento. Lo malo viene, por supuesto, con el absurdo y abrupto final de la cinta que ni mucho menos era lo que Jaa y Rittrikai habían planeado. Si la película hubiera podido acabarse a tiempo y se hubieran añadido las partes más importantes de la tercera en cuanto a lucha e historia se refiere, hubiéramos tenido un film
de algo más de dos horas muy notable.
La mejor escena de lucha:
Sin duda, entre todo el maremágnum de hostias que nos encontramos en "Ong-Bak 2", destaca la trepidante recta final donde nos encontramos todo un maratón de coreografías y combates realmente impactante.
En concreto, la secuencia en la que Tony Jaa se sirve de un elefante para repartir estopa es de lo mejorcito que nos dio el género de las artes marciales a lo largo de la pasada década. Sencillamente impresionante e imprescindible. ¡Gracias, señor Jaa!
Resumen:

En definitiva y dejando aparte las lamentaciones expuestas unos párrafos atrás, ¨Ong-Bak 2¨ me parece una película de visión obligada para cualquier amante de las artes marciales. Puede que se abuse demasiado de la cámara lenta y que la historia esté a todas luces inacabada, pero aquí Tony Jaa nos ofrece un auténtico recital de peleas que merece la pena disfrutar al menos una vez.
Puntuación: 6

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